Hoy, se espera que las mujeres de 60 años en Chile vivan en promedio más de 92 años, y los hombres de 65 años, se espera que vivan cerca de 86. Esta es una buena noticia. Significa que la salud, la alimentación, la educación y los servicios básicos han mejorado. Pero también trae un gran desafío: ¿cómo hacer que esos años extra vayan acompañados de apoyo, seguridad económica y formas reales de seguir siendo parte activa de la sociedad?
¿Cómo afecta la longevidad a mi pensión?
El sistema previsional es uno de los primeros en sentir la presión de la longevidad. Aunque vivimos más, no necesariamente cotizamos más.
- Las mujeres cotizan en promedio 17,3 años para financiar más de 30 años de pensión.
- Los hombres cotizan en promedio 25,6 años para financiar 21,5 años de retiro.
Si imaginamos una vida laboral que comienza a los 25 años de edad, aun cuando cifras de la Superintendencia de Pensiones indican que la edad efectiva de la primera cotización previsional es de 27 años[1], una persona tendrá una trayectoria laboral aproximadamente de 35 años en el caso de las mujeres y 40 años para los hombres, considerando la edad legal de jubilación. Es decir, del total de vida laboral activa, las mujeres cotizan el 49% del tiempo y los hombres, el 64%. ¡Esto genera pensiones insuficientes! Pero vivir más años no solo demanda más ahorro, sino también una actualización profunda de las reglas bajo las cuales organizamos la Seguridad Social.
La edad legal de jubilación en Chile se mantiene sin modificaciones desde hace más de un siglo, lo que ha ampliado cada vez más la brecha entre la vida activa y la vida pasiva. En paralelo, el mercado laboral ha evolucionado a un ritmo mucho más acelerado. Sin embargo, parámetros como el porcentaje del sueldo que los trabajadores deben destinar a su futura pensión han permanecido sin cambios, a pesar del surgimiento de nuevas formas de empleo, como los trabajos por encargo a través de plataformas, la combinación de varios empleos o la mezcla entre ingresos formales e informales.
¿Cómo se aborda la longevidad en la Reforma de Pensiones?
La reforma de pensiones que empieza a aplicarse en 2025 muestra señales de que el sistema comienza a adaptarse a esta nueva realidad, porque los beneficios se comienzan a pagar a los 65 años, requisito que se mantiene para acceder a la Pensión Garantizada Universal (PGU).
No obstante, aún hay temas de fondo que siguen pendientes. Actualmente, más de 2,5 millones de trabajadores en Chile no cotizan, y las y los trabajadores independientes todavía no están plenamente incorporados a la cobertura de la Seguridad Social.
¿Cómo gestionan la longevidad otros países?
Chile no es el único país que enfrenta estos desafíos. Alemania, Francia, Dinamarca y España han debido reformar sus sistemas de pensiones para responder al envejecimiento de la población. Las medidas adoptadas van desde aumentar progresivamente la edad de jubilación, como en Alemania, hasta vincularla directamente a la esperanza de vida, como ocurre en Dinamarca. Lo que tienen en común todos estos casos es el reconocimiento de que vivir más años obliga a repensar los parámetros que rigen el Sistema de Pensiones.
[1] Ficha Estadística Previsional, junio 2025, Superintendencia de Pensiones.